Sentía cuando conectabas conmigo,
hoy lo hiciste de nuevo,
me venía tu imagen a la cabeza llamándome…
se me abría el pecho
y al ritmo de mi respiración,
tu luz entraba sin permiso
destrozando a su paso
mis bonitas murallas,
que tanto tanto,
me habia costado levantar.
Pero lo siento, está vez no puedo.
Sé que eres tú quien tiene
y tendrá siempre
el otro extremo de mi maldito hilo rojo,
pero ya no puedo…
Marisa Sánchez.
etiquetas: amor, imposible, destino, hilo-rojo 277 lecturas versolibre karma: 14