Apagas tu sed pensando que no existo.
Sólo me sueñas.
Y tú... gastando tus horas
a pesar de que podrías estar aquí, recostado con tu cabeza
sobre mis muslos desnudos,
mientras acaricio tu cabello.
Marisa Sánchez
etiquetas: amor, ausencia, ganas 137 lecturas versolibre karma: 40